Editorial de L. Ronald Hubbard, Autor de Éxitos Editoriales Internacionales del New York Times

Séptimo ACC Americano

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L. Ronald Hubbard aisló cada ejercicio y cada proceso que descubrió que era más funcional en manos de otros auditores, los destiló dando forma al Procedimiento Intensivo: un régimen único de procesamiento en el que un preclear podía alcanzar la exteriorización y ejercitar sus habilidades como thetán independiente de un cuerpo. La meta había avanzado mucho más allá del autodeterminismo y ahora abarcaba: “la disposición a ser causa o efecto, punto fuente, punto receptor, la disposición a ser lo que sea, a causar lo que sea, a ser el efecto de lo que sea, la disposición a tolerar cualquier distancia, a tolerar masa o su falta y a tolerar todo el campo del knowingness”. Al enfatizar el incremento de la habilidad, Scientology había alcanzado un nuevo nivel. El trasfondo del Procedimiento Intensivo eran los Axiomas de Scientology, de manera más específica la importancia y el poder de la comunicación. Aquí está un arsenal de tecnología relacionada con la resolución de casos, lo que incluye la relación de la Fórmula de la Comunicación con la exteriorización y los Procesos de Comunicación para aumentar las habilidades de un thetán exteriorizado. Y antes de que terminara el Séptimo ACC Americano, el señor Hubbard no sólo había expandido el Procedimiento Intensivo, sino que había escrito el Manual del Auditor, que después se publicó como La Creación de la Capacidad Humana. Aquí, entonces, está la mismísima esencia de la religión de Scientology.

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Más Sobre Séptimo ACC Americano

El mejoramiento de la comunicación es la clave de toda auditación. – L. Ronald Hubbard

Durante nueve apretados meses a través de seis Cursos Clínicos Avanzados, el señor Hubbard había estado llevando hacia un nivel de aplicación inferior y refinando los procedimientos y procesos de Scientology para poner su aplicación firmemente dentro del dominio de cualquier auditor. Sin embargo esta sola declaración no transmite el significado completo de cuanto se estaba desplegando durante ese programa intensivo de conferencias, ejercicios y auditación en esas salas de curso en Phoenix. Puesto que eran avances sensacionales levantados sobre otros avances sensacionales, cada uno de ellos por sí solo de gran significado y todos juntos de un empuje trascendental), los ciento y pico auditores seleccionados para recibir este entrenamiento avanzado iban a darse cuenta de que eran parte de algo verdaderamente histórico. O sea, nada menos que la consecución de la meta de la religión tal como se expresaba en toda la historia escrita de la Humanidad, la liberación del alma mediante la sabiduría.

Así pues, cuando el señor Hubbard convocó el Séptimo Curso Clínico Avanzado Americano el 23 de junio de 1954 ante una dotación de auditores escogidos en el número 616 de la calle North 3rd, en Phoenix, el entusiasmo estaba por las nubes. Y por una buena razón. Pues con el beneficio de cuanto se había aprendido desde el comienzo del primer ACC en octubre de 1953, ahora Ronald aisló cada uno de los ejercicios y procesos que habían demostrado ser los más funcionales en manos de auditores aparte de él mismo, y los destiló en un único régimen de procesamiento. Denominado Procedimiento Intensivo, era un programa paso a paso mediante el que un preclear podría lograr la exteriorización y ejercitar sus capacidades como thetán e independiente de un cuerpo.

“Con esto (el Procedimiento Intensivo) hemos salido de la esfera del autodeterminismo como nuestra meta máxima. No es nuestra meta máxima. Lo que es nuestra meta máxima es la disposición a ser causa o efecto, punto-fuente, punto-receptor, disposición a ser lo que sea, causar lo que sea, ser el efecto de lo que sea, disposición a tolerar cualquier distancia, tolerar masa o falta de ella y tolerar el asunto entero del knowingness, de la comprensión, y todo eso”.

A pesar de las obvias implicaciones de un procedimiento que podía aplicar cualquier auditor (prácticamente proporcionando una lista de verificación de los pasos para llegar más abajo hasta el nivel de cada caso y entonces moverlo hacia arriba hasta la exteriorización completa) ocurrió un cambio completo de enfoque.En vez de concentrarse en la erradicación de la incapacidad, el acento se puso en el incremento de la capacidad, lo que a su vez resolvió la incapacidad de una manera rutinaria.

Sin duda, aquí había un nivel completamente nuevo no sólo para la auditación, sino para el tema de la propia Scientology. Puesto que lo que subyacía tras el Procedimiento Intensivo y estos nuevos procesos eran los mismísimos Axiomas de Scientology. Y sin duda, los propios procesos estaban formulados directamente a partir de esos Axiomas y, más concretamente, de la singular importancia y poder de la Comunicación.Como L. Ron Hubbard iba a describir más adelante, era nada menos que uno de los grandes descubrimientos de Scientology. Y para aquellos auditores del Séptimo ACC, eso fructificó en un arsenal de procedimientos para la resolución de los casos:

  • Consideraciones: cómo prevalecen sobre las mecánicas de espacio, energía y tiempo;
  • La Fórmula de la Comunicación: su relación con la exteriorización;
  • Comunicación en Dos Direcciones: cómo guía al caso y permite al preclear hacer As-is a cualquier condición;
  • Procesos de Comunicación: cómo se usan para ejercitar e incrementar las capacidades de un thetán exteriorizado;
  • Anatomía del Misterio: cómo la comunicación funciona para resolverlo;
  • Establecer y Cortar: los medios para cortar las líneas de comunicación de un thetán con el cuerpo de modo que pueda funcionar exteriorizado;
  • Línea Directa: ARC Línea Directa, Línea Directa de Tiempo Presente, Línea Directa de Punto de Vista y SOP 8-D por Línea Directa, incluyendo cómo la Línea Directa capacita a una persona a tender una línea de comunicación desde Causa hasta Efecto.

Y con eso, el señor Hubbard había logrado exactamente lo que se propuso conseguir al comienzo del Séptimo ACC:

“Nuestra meta, entonces, no es acumular un montón de datos. Nuestra meta es encontrar cómo se hacen los datos. Nuestra meta no es recordar un montón de cosas, sino ver cómo se hace la memoria. Nuestra meta no es salir y amar y abarcar el mundo entero, sino ver cómo está hecho el amor. No necesariamente comunicar con todo cuanto hay en la Tierra y en este universo, sino descubrir cómo está hecha la comunicación.

“Y tras descubrir cómo están hechas todas estas cosas, no ser pusilánimes como el filósofo, que se contenta con escribir sobre la vida, pero nunca tiene el coraje suficiente para vivirla. Tras aprender cómo hacer todas estas cosas, entonces hacerlas”.

Como legado de la consecución de esas metas, antes de que el Séptimo ACC hubiera concluido, L. Ronald Hubbard no sólo había expandido el Procedimiento Intensivo, sino que compuso un texto tan amplio en su aplicación que se tituló el Manual del Auditor.Más tarde conocido como La Creación de la Capacidad Humana, sigue siendo la más amplia exposición de Scientology en sí, tanto en 1954 como hoy en día. El señor Hubbard procedió a continuación a garantizar su aplicación por parte de todos los scientologists con una serie de conferencias específicamente diseñada para acompañar al libro y que formaban en conjunto el programa de estudios de un nuevo Curso Profesional. Desde la historia y legado de Scientology como religión hasta la aplicación de los Axiomas en la auditación, y desde las Cuatro Condiciones de la Existencia hasta las Dinámicas y Thetán Operante, cada una de ellas de fenomenal importancia, iban a ser para siempre conocidas como las Conferencias de Phoenix.

Aquí, entonces, está la mismísima esencia de la religión, Scientology.

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